Aquí estamos


Con cerca de 45 años, una situación laboral que no es para tirar cohetes, arrastrando un lastre que no me es fácil explicar por las relaciones con mi hija y en que raro es el día que esto no me estruja un poco el alma, servidor decide irse en plan mochilero a la congregación que creo la Madre Teresa en Calcuta para estar unos dos meses ayudando y repartiendo un poco de cariño a unos desconocidos que, no se si será verdad, son los mas pobres entre los pobres.

No se porque tendré que irme tan lejos cuando por mi entorno o en mi mismo podría hacer mucho voluntariado, y ante esa pregunta te repites lo que ya sabes de sobra y compartes: que si todos debemos intentar poner semillas para hacer un mundo mejor, que si debemos ayudar materialmente y sobre todo poniendo cariño donde no lo hay o hay poco, que si esto de dar algo desinteresadamente al prójimo se convierte en una droga que, cuando mas das, mas recibes, que si te mueve la Fe religiosa, que también tengo, etc. pero.............. ¿hace falta irse tan lejos? Cuando vas a que te vacunen al departamento de Sanidad exterior y te cuentan la de enfermedades que puedes coger, o lees o te cuentan lo malas y complicadas que son casi todas las cosas allí, lo de algún voluntario muerto, mi poco inglés en un lugar que poca gente lo habla....en fin....se te quitan las ganas. Pero bueno, tengo que ir. Algo de entrenamiento ya tengo haciendo cosas por Valencia y cerca de dos meses en un colegio y orfanato a las afueras de Lima, aunque Perú es mas light que India. Si, si, pero ¿porqué allí?, pues no lo se, es como cuando se les pregunta a los montañeros porque se juegan medio bigote en hacer cima para, total, una vez arriba, sentir una emoción indescriptible (que me lo pregunte a mi en al cima del Aneto) hacerse unas fotos rápidas, mear y empezar a jugarse el otro medio bigote (o más) descendiendo y ninguno sabe responder con certeza. Hay que ir, porque si, ese es el porque.

Empezó hablándome de este sitio una hospitalera voluntaria del Camino de Santiago estando yo también de hospitalero voluntario, le ponía una emoción cuando describía su experiencia Calcutera que desde entonces se ha ido alineando Jupiter con Saturno para que tenga que ir yo también. Y si no voy reviento.

Así que nada, me pedían que creara un blog con lo que me iba pasando y aunque escribo de forma regular lo suelo hacer en papel, no se si encontrare cybers en donde hacerlo, si vendrán las ganas de escribir por aquí para daros la brasa con todas mis neuras......en fin.....el blog ya esta creado.......intentaré escribir.

Mañana Lunes por la noche a Londres (llego allí a casi las 23:00, que así el vuelo era mas barato y Londres tiene mucha oferta de vuelos a la India), aprovecho para hacer turismo y estaré tres días en allí, me veré con Pilar Micó, antigua compañera de trabajo que lleva mas de 10 años viviendo en Londres, el viernes 16 vuelo a Dubai, noche allí (Te contratas el vuelo por Internet y con unas cuantas carambolas te ahorras una pasta) y el sábado en Calcuta.

Nos vemos.

London

Aprovechando que era mas barato ir a Calculta vía Londres, ha sido una buena idea el estar en Londres haciendo algo de turismo antes de coger el vuelo a Calcuta. Cosmopolita, abierta, llena de españoles, tolerante, divertida. Tal vez sea un buen sitio para vivir. Comida con Pilar y su amiga Bina, británica de origen indio y un encanto de chica, da una visión muy interesante de India con sugerencias para que visite diferentes centros religiosos hinduistas (su religion), budistas, musulmanes y cristianos, incluso una referencia para que si quiero vaya a colaborar con su hermana en Kuman, al norte de la India, que ha creado allí un colegio para niños necesitados. Al final dos meses en India no van a ser suficientes para todo lo que quiero hacer y lo que va surgiendo.

Mañana otro buen pateo por la ciudad (hoy habré andado los casi 25 km de una etapa de Camino de Santiago por Londres) y por la noche cervezas con John, amigo australiano de Pilar, trotamundos que vive en Thailandia y que ha recorrido mucho mundo con la mochila a la espalda y que seguro sera una placer conocerlo y hablar con él.

De lo que tengo ganas es de llegar a Calculta

Abbey Road

El paso de cebra que cruzaron The Beatles para la portada del LP "Abbey Road" (que está en Abbey Road claro), la calle Heddon portada del "Ziggy Stardust" de Bowie, la central eléctrica de Battersea portada del "Animals" de Pink Floyd, ese ha sido una parte del recorrido turistico por Londres, también la quietud de alguna pequeña iglesia anglicana, el tibio sol tumbado en el cesped de Hyde Park, el pateo por barrios populares, los músico callejeros y del metro, las cervezas por los pubs de Covent Garden y el Soho, la tarde/noche de ayer con Pilar y John (es inglés no australiano) en un recorrido por pubs en Kensington probando variedades de cervezas inglesas, hablando de India, de Londres.......he tenido suerte en contactar con Pilar, fue una muy buena noche.

Los museos, paseos en barca por el Támesis, torre de Londres, etc. lo dejamos para otra ocasión. I'll be back.

Mañana vuelo y noche en Dubai. Me da que Dubai no es como Londres.

En Calcuta





Ya he llegado y menuda pasada.
Ayer dormí en Dubai y como esta mañana a las 8:00 habían ya 32 grados y no era plan en ponerse a patear, con un taxista he dado una vuelta por la ciudad. Fría, impersonal y sin alma, los edificios son impresionantes, se nota que hay mucho dinero y vive en la cultura de lujo y la ostentación, si me pierdo aquí que no me busquen (si alguien quiere buscarme).
La llegada a Perú fue de risa comparada Calcuta, pensaba que aquello fue fuerte y es de risa comparado con esto, muchísima gente, te empujan, te abordan cuando ven el aspecto europeo para ofrecerte de todo, ya en el avión en el que sólo íbamos 3 de aspecto no Indio, el que iba sentado a mi lado me ofrecía prostitutas por si tenia algún apretón y necesitaba desahogarme, y en el aeropuerto, los taxistas, los vendedores de galletas, los soldados armados que te piden el pasaporte, los que se acercan a preguntarte que haces aquí, los que cuando te ven en el taxi te ofrecen cosas o te dicen algo, como se contiene la respiración con el trafico rápido, caótico e infernal camino del hotel, mucha gente durmiendo en la calle, lavándose en la calle, cocinando y comiendo en la calle, son fiestas y esto parece fallas con tanto petardo y traca, tiene un olor particular la ciudad,.........en fin, estoy contento por estar aquí aunque también un poco desubicado y alucinado por el impacto.
A ver si me acuesto, descanso bien y mañana voy a la casa de la Madre Teresa y empiezo a situarme que sino lo hago me iré corriendo de vuelta a casa.
Madre mía.

Daya Dan y Prem Dam


Pese al calor, la humedad, el tráfico infernal, los pitos de los vehículos, el continuo ruido, la continuas muchedumbres sea la hora que sea, la mucha gente que vive en la calle y allí duerme, come, caga, se lava y se muere, que todas la calles sean unos inmensos vertederos de basura, el ver gente muerta por la calle, el que abandonen niños en la estación de tren, el que intenten engañar a quien no tiene aspecto Indio, la precariedad de casi todo, el que se te muera gente delante de ti, los voluntarios enfermos graves con malaria y dengue..........

Pese a todo y más cosas que ahora se me olvidan este sitio se te mete en el alma. De estas experiencias que no te dejan indiferente y siempre se recuerdan.

Hace que valga la pena los niños disminuidos que me han tocado en Daya Dan y los enfermos crónicos de Prem Dam. El como te transmiten su cariño los niños que sentados en unas sillas con enfermedades mentales graves, sin poderse mover te sonríen cuando les tocas, el rato de la cena con ellos, los juegos, sus peleas, el como te abrazan, la mirada del anciano que desde la cama te levanta la mano para vayas, coge mi mano cuando llego y empieza a hablarte en bengalí, sabe que se esta muriendo y solo quiere alguien que le escuche, el como te saludan cuando llegas por la mañana los que aún son capaces de acordarse que estuve allí el día anterior, el como hacen cola para que les afeite, el como les gusta que estés sentado a su lado.........

Y también el ambiente y el espíritu que hay entre los voluntarios, el trato de las hermanas, su misa tan especial, el te, los plátanos, las comidas con los voluntarios en la puerta del hotel María, el que vende flautas por la calle, el descanso de las mañanas en el Julian's Square, el amanecer caminando por las chabolas camino del Prem Dan............

Como un puñetazo en el estomago

Pocos voluntarios quieren ir a Daya Dan, sólo Justine, una joven francesa, y yo nos animamos. Es duro ver a esos niños, la mayor parte de ellos abandonados por las deficiencias físicas que algunos de ellos tienen y por las psíquicas que todos tienen, ciegos, autistas, enfermedades degenerativas, etc. vamos, de estos que con 19 años estan sentados en una silla hechos una pelota, sin saber hablar y que sólo responden con una sonrisa cuando se les acarcia.


Y allá que nos fuimos la francesa y yo, había que cruzar toda Calcuta, cogimos el metro (en Calcuta metro hay pero recogida de basura o potabilización del agua no) y a base de mucho preguntar por los arrabales y después de dos horas de buscar, en una callejuela estrecha y oscura estaba Daya Dan. Es impactante la entrada.


La planta baja es la de los chicos, habrán unos 25, tirados por el suelo, sucios, sin que les hagan mucho caso, meados y en algunos casos cagados y cada uno en su particular mundo. Quizás los mas importante para ellos sea el notar que alguien esta con ellos, les acaricia, habla, acompaña, juega con ellos y creo que mas que las cosas materiales la sensación de compañía es lo que mas les puede ayudar.


Al llegar la hermana de la congregación nos asigna varios niños a cada uno, debería haber uno por voluntario pero a falta de voluntarios. Me asignan a Thomas y Francis, ciegos de nacimiento los dos y que fueron abandonados en la estación de tren (es el sitio preferido por los calcuteños para abandonar niños), no saben hablar y sólo entienden un poco de inglés y bengalí y como casi no saben caminar mi trabajo es cogerlos de la mano y llevarlos hasta la azotea y bajarlos, cogidos de mi mano y así apredan a caminar acompañados de alguien. Todo un ejercicio de paciencia.


También a Rohidh, autista, que uno de sus ejercicios es tocar la bateria y ahí esta este menda haciendole seguir el ritmo de 1,2,3, 1,2,3 y que de vez en cuando, él, muy jugeton, hace unos redobles en la bateria y además muy bien hecho, tiene un sentido musical impresionante.


Y Prince con una enfermedad degenerativa muscular y para que los dedos de la mano no pierdan flexibilidad le hago que toque en el teclado diferentes notas para que vaya soltándolos.


Y los últimos Obijet, Rama y Sumen, estan en la sillas y en la cama y sólo saben sonreir cuando les hablas y notan compañía a su lado.


Toda una experiencia. En el camino de vuelta con Justine y Skaylar, un americano de Colorado que vino mas tarde, volviamos en silencio por el suburbio musulman cercano a Daya Dan y Skaylar comento "this is like a punch in the stomach".


El último ingreso en Prem Dam



Una pareja de norteamericanos jóvenes, que parecen del Hare Krishna, se dedican a recorrer las estaciones de tren y vertederos de Calcuta para traer a la congregación de la Madre Teresa los moribundos, niños abandonados y aquellos que no pueden valerse solos. Toda una labor la suya.

A Prem Dan traen los adultos y hay un protocolo para los nuevos ingresos. Los meten en el callejón que hay al lado de la nave del dormitorio, los desnudan, con una manguera los enjabonan y aclaran, les rapan las cabeza al cero y los afeitan, curan las heridas y se los llevan a la nave donde están el resto de internos para darles de comida. Por esta vez salvan el pellejo o quizás tendrán una muerte mas digna.

Este último era especialmente moreno y especialmente delgado, casi ciego y bastante mayor, si en nuestro acomodado mundo ya apartamos a los viejos como inútiles aquí para que contar. Me acerque a verlo después de dejarlo en la cama y al oír mi voz me reconoció como a uno que estaba en el callejón de "bienvenida" con él, sonrió y extendió la mano para que se la cogiera. Del inglés sólo sabía recitar la lista de países de Asía, sólo hablaba bengalí que no es precisamente mi fuerte. Me cogió fuerte la mano y empezó a hablar, le temblaba la voz, la mano y ocasionalmente las piernas, gesticulaba con su otra mano, se la levaba al corazón, lloraba, se callaba, hacia gestos agresivos, pacificadores, no quería que le soltara la mano. Necesitaba compañía a su lado y que le escucharan.

A esto he venido yo aquí.

Esta noche nos vamos varios voluntarios dos días a Darleejing, cerca de la frontera nepalí a que nos de un poco aire fresco.

Cuando vuelva seguramente habrá muerto.

Volunteers

Calcuta tiene muy poco interés turístico que atraiga extranjeros y entre alrededor de dicen 14 millones de habitantes encontrase personas de aspecto occidental no es nada habitual, unas pocas se alojan en los hoteles de mejor nivel de la ciudad y alrededor de 150 estamos en una zona de hoteles baratos alrededor de la calle Sudder Street, cerca de la casa central de la Madre Teresa (MT). En estos 150 hay una fauna de lo mas variopinta, desde aventureros que van con la mochila a la espalda recorriendo mundo, colgados de la época hippie, gente que no sabe donde ir, otros que viven al calor de la compañía de los voluntarios pero no tienen nada que hacer, habrán unos 50 voluntarios en MT, la mayoría americanos, coreanos, japos, españoles y franceses y muchos de ellos no han cumplido aún los 30 años, universitarios recién licenciados con muchas inquietudes y ganas de ver mundo.

El ambiente entre los voluntarios es de lo mejor de esta experiencia, todos sin excepciones son bien acogidos, compartimos desayunos, almuerzos y cenas, enfermedades, miedos, habitaciones, riksaws, taxis, viajes por India, aprendizaje de idiomas, experiencias, muertes, ayuda a niños discapacitados, atención a moribundos, trabajo en MT.......

Cuando los vas conociendo a los voluntarios te vas preguntado que coño hace este/á en este agujero y vas viendo historias de los mas interesantes
Algunos de ellos llevan alrededor de un año dando la vuelta al mundo como mochileros, Josefina la uruguaya que ha estado por Nueva Zelanda haciendo trekking y recorriendo el país en furgoneta, paso luego por Australia, Singapur, Thailandia, Laos y ahora de voluntaria por aquí. Nick, el ruso que vive en Alemania y que se ha comprado un libro de aprendizaje de castellano y le doy clase, Lisa, la americana de Seattle que nos da clases de inglés, Jusitine, la francesa que también fue a N. Zelanda a hacer trekking y al quedarse sin dinero trabajo en una fábrica de enlatado de atún para poder venir a Calcuta.....


Otros vienen (venimos) por unos dos meses a vivir esta experiencia, mezclarla con un poco de turismo y aventura y con la seguridad de que una marca dejará en nosotros después de ya haber tenido alguna que otra experiencia de voluntariado. Hay quien ya ha venido 5 o 6 veces y sus vacaciones y dinero son para trabajar en MT y hasta habla bengalí. Hay quien es muy religioso y hay quien mientras ayudando a moribundos no hace mas que despotricar contra Dios y la iglesia católica. Hay quien ha vivido duras historias personales y esta vivencia es como una huída.........
Y con todos te sientes bien Julio, Juan, Mónica, Alberto, Roberto, José, Inés, Jordi, Violeta, Elvira, Carmen, Montse, Fina, Andrés, Olga, Isabel,.....................................
Todo los voluntarios si tienen algo en común, una inquietud especial, un algo en la mirada que no sabría explicar con palabras y casi ninguno sabemos explicar con claridad porque estamos aquí. Hay que estar.

Camino de Mother's House


Cuando alrededor de las 5:30 empieza a amanecer, Calcuta ya hierve de gente yendo arriba y abajo. Todos los días a estas horas, desde los hoteles de Sudder Street hasta Mother's House vamos caminando casi todos los voluntarios para desayunar juntos en la casa central de la Madre Teresa. Pese a que vamos siempre por el mismo sitio es este un camino que no tiene nada de monótono.
Ver el sol despuntar por el minarete del suburbio musulmán, oír la llamada del almuecín a la oración (supongo que llamará a la oración), las vacas y cabras recostadas en medio de la calle, el intenso olor de la ciudad, las bocinas de los coches y motos, los cascabeles de los rickshaw que los hacen sonar cuando pasamos por consiguen un cliente, las familias enteras durmiendo en la calle, las mujeres con burka, los comerciantes de verduras que te sonríen, los niños que te llaman uncle y piden dinero, los taxistas lavando sus coches, los malolientes urinarios públicos, la adrenalina que significa el cruzar la calle sin semáforos, ver a los hombres agrupados junto a una fuente de unos 40 cm. de alto y sólo con un pequeño taparrabos, enjabonarse concienzudamente hasta el último rincón de su cuerpo, los insalubres puesto de venta de carne, los millares de cuervos, las paredes enmohecidas de casi todos los edificios, la alegría de los voluntarios, los mendigos abonados a un mismo rincón que siempre estiran la mano al verte, la cara de lujuria de algunos indios al paso de las voluntarias, los vendedores de periódicos, los barrenderos, los niños acarreando carbón para los puestos callejeros de comida, los siempre presentes moribundos, el desdén de los policías al vernos pasar, el sonriente vendedor de flautas, los limpiadores de pescado, la sonrisa de algunas sisters cuando llegamos............

Ya en Mother's House en el desayuno diario de té con leche, plátanos y pan los voluntarios nos contamos como nos va en nuestros destinos, como paseamos nuestras sensacionales diarreas por los habitualmente nauseabundos aseos indios, cuando nos vamos, como nos sentimos, que viajes turísticos hacemos, como echamos de menos a algunas personas, como nos alegramos de haber venido hasta aquí...............

Nada rutinario aunque pueda parecer otra cosa.

Van y vienen


En las casi tres semanas que llevo aquí casi no queda casi ninguno de los voluntarios que habían cuando llegue. Noviembre ha hecho que mucha gente se vaya de vuelta a casa o de viaje por India y ahora seremos unos 30 voluntarios. Esto no hace que nada importante cambie, mas trabajo entre los que quedamos, algo menos de tiempo para los pacientes y menos aglomeración de voluntarios.

Ya contaba que los voluntarios pasamos el día juntos, los días son intensos con alguna que otra situación difícil y conectas con facilidad con algunas personas, se crean amistades y las consiguientes despedidas son tan entrañables que hacen aún mas especial esta vivencia. La carta que me escribió Josefina, el abrazo de Justine cuando vino a buscarme para despedirse, los ojos húmedos de Nick, las palabras de cariño de la otra Josefina (la chilena) y la sincera invitación a Chile de su marido Andrés, la comida de despedida con Alberto y Mónica, la promesa de oración por mi de Steve.......lo contento que estoy de todo esto y aún me queda aquí mes y medio.

Barbería Alex



Muchas mañanas después de limpiar la ropa de los internos de Prem Dam, cojo un pequeño cubo de agua, una maquina de afeitar de las muy antiguas, cuchillas, jabón y brocha y un paño grande y voy afeitando a los residentes que tienen barba de varios días. Les gusta que les afeite poco a poco, con parsimonia, primero bien enjabonados con brocha que poco a poco va cubriendo de blanco el pelo de su cara, les pongo un amplio paño que cubra todo su cuerpo para que no les ensucie la ropa, dejo reposar un poco el jabón en sobre la barba y luego, poco a poco, voy pasando la cuchilla en la dirección del pelo y enjuagándola en el cubo de agua para dejar allí los pelitos cortados. No debo dejar ni un solo pelo ya que sino me llaman la atención. El afeitado debe ser perfecto. Al finalizar, les paso el paño húmedo por la cara, limpio todos los restos de jabón, recorto con unas tijeras el bigote a algunos de ellos, corto los pelos que les sale de las orejas y de la nariz y les digo alguna chorrada que aunque no entienden les arranca una sonrisa.

Muchos de ellos me hablan en bengalí mientras les afeito, apoya su mano en mi hombro y hasta susurran cosas, bromeo con ellos enjabonándoles la nariz o las gafas lo que hace despotriquen en su idioma, se enfadan si no voy lo deprisa que entienden debo ir pero al finalizar siempre juntan sus manos y se las llevan hacia su cara en señal de agradecimiento.

El caso es que diariamente tengo una cola de entre 10 y 15 "clientes" y compromisos de un día para otro.

Lastima que no será un buen negocio el montar una barbería en España.

La quiebra de la moral

No gusta que algunos días cuando por la mañana busco a algunos de los pacientes que peor estaban el día anterior nos los vea en su camastros y al preguntar por ellos me digan que han muerto, o que se mueran delante de mi y además haya que amortajarlos. Se que forma parte de la experiencia, que la vida es así, etc, etc, pero jode. Cuando pasa lo mismo con niños para que decir.
Se unen a esto un conjunto de situaciones menos importantes que también tiene su peso. Los impresionantes heridas que algunos traen, los gritos de los pacientes en las curas sin anestesia, lo frágiles y solos que estan, el agresivo y despectivo trato de algunas monjas hermanas de la caridad con pacientes de la casta de los intocables (está abolido el sistema de castas pero aún sigue latente en la sociedad india), el que peguen a los niños, como se abandona a los débiles, la precaria vida que llevamos, el calor y la humedad, la añoranza, las enfermedades, las muchedumbres......

Para algunos voluntarios estas vivencias producen toda una quiebra de la moral. Los hay que al poco de llegar cambian su vuelo para volver cuando antes a casa, otros, pasado un tiempo, dejan de ir a los centros de la Madre Teresa o van espaciando sus apariciones, otros se van a hacer turismo por India, otros se van a yoga, otros lloran por los rincones,..........

Este menda va aguantando el tipo como puede, algunas mañanas (pocas) todo entra torcido y se te hacen incómodas las situaciones mas tontas y al pensar que hasta el 15 de diciembre estaré aquí se me hace un nudo en el estomago de la agonía que me da y otras, como cuando hoy los niños de Daya Dan ensayaban la canción para las Navidades, quería en retrasar el vuelo y pasar aquí las Navidades.

Este es un muy buen sitio para apreciar que el secreto de la felicidad está en las pequeñas cosas.

Estómagos curtidos

El nuevo ingreso que ha habido hoy en Prem Dam lo han cogido medio muerto en la estación de tren de Howrah, estaba muy delgado, cojeando, sucio, pelo largo, barba y mirada perdida. Cuando él llegaba yo estaba haciendo el tonto con el entrañable "disco dancer", ex-soldado indio en una de las guerras indo-paquistani que está como una cabra y que siempre me repite todos los días exactamente las mismas historias sobre su vida y de vez en cuando se levanta y baila y canta una canción que dice que él un bailarín de discoteca.....en fin, a lo que iba, casi todos los días entra gente como la que entraba hoy que no suele vivir mucho, el de hoy llamaba la atención porque llevaba puesta una mas que roñosa camiseta de la selección española de fútbol y, como creo que ya he escrito por aquí, a esta gente le rapan la cabeza y la barba, lavan, dan de comer y beber y curan las heridas que lleva.....
Ya había hecho alguna cura sobre dedos amputados, llagas, desinfección de agujeros en la cabeza y estaba medio acostumbrado a los gritos de dolor (aquí no hay anestesias), a que me intenten pegar por hacerles daño, a sus caras de sufrimiento.....

Como ahora somos menos voluntarios y John, una enfermera neozelandesa voluntaria (si, una mujer que se llama John), me pide que le ayude a curar una herida en el tobillo del nuevo ingreso.
Un rato antes habíamos comentado como se te curte el estomago en este país. No hay palabras ni fotografías para explicar como huelen algunos aseos o la sensación de tener cagar en un urinario público, de esos que sólo hay un minúscula mampara de separación, donde puedes mascar el olor y miles de moscas y allí, te agaches sobre la pared donde se debería mear, viendo a todos los hombres soltar el peso que les molesta con los pantalones bajados y las caras rojas del esfuerzo y que encima no haya agua para que todo lo que has dejado corra hacia donde sea y desaparezca, se queda todo allí acumulado. Si alguna vez lo tenéis que vivir ya veréis.

Y bueno, allá que vamos hacia el enfermo John y este voluntario medio risueño por las bromas con 'disco dancer' y al quitarle la gasa que le tapaba la parte interior del tobillo, justo arriba del hueso de la articulación, tenia una herida de unos 20 cm de diámetro y dentro de ella cientos y cientos de gusanos, cayéndose de tantos que eran y que se movían como locos dentro de la herida bañándose en un mar de sangre que le brotaba de dentro.

Es difícil de explicar lo que se siente a ver eso, la cara del hombre lo decía todo. A veces parece como que ese sufrimiento que todos los días veo ya lo hubiera vivido antes.

Y nada, te pones los guantes, y vas cogiendo primero con los dedos montoncitos de gusanos, iguales como los que seguramente se me comerán a mi, echádolos a un cubo y luego, cuando no puedes con los dedos, los atrapas con una pinzas buceando entre la sangre, hurgando entre la carne donde se van a esconder rápidamente y en los huecos entre los tendones y huesos hasta no dejar uno.

Cuando el hombre ya deja de gritar y aullar, le ponemos yodo, gasas, etc. le doy una palmada en la espalda, en una silla de ruedas lo llevo a un camastro, le digo que soy del país de la camiseta que lleva puesta, le deseo un buen día y pienso que sólo habla bengalí y no me entiende . Me mira, se coje la camiseta, me guiña un ojo y con el puño cerrado hacia mi levanta el pulgar.

We've a break

En las fotos se ve una paradisiaca playa con la arena blanca, agua transparente, palmeras que llegan hasta la orilla, tías buenísimas en biquini nadando, jugando con una pelotita y tomándose un aparatosa bebida con una pajita tumbadas en la playa y como creemos que el coger un poco de distancia del día a día esta ciudad y de este voluntariado les vendrá bien a los calcuteños para descansar de nosotros allá que nos vamos.
Pero queremos intentar agobiar más si cabe a los indios con nuestra presencia y comportamiento, así que mañana Inés con la guitarra acústica que se ha comprado, servidor con la cutre flauta que saca sonidos de saxo y clarinete que compré por poco mas de un euro y Jordi con mi gorra azul de kukusumusu que le dejo para pedir dinero, nos vamos a tocarles las narices a los indios de estas playas con nuestra música, pidiéndoles incesantemente dinero por tocar para ellos, molestándoles comiendo con cuchara y tenedor y como con la mano como ellos, irritándolos cuando alquilemos una moto con sidecar para recorrer la isla y no tocando incesantemente el pito y quizás los rematemos cuando utilicemos papel higiénico y tiremos agua al baño después de utilizarlo.
Y si no conseguimos estresar (se escribe así?) a los indios, seguro retomaremos fuerzas con un libro, una libreta para escribir jilipolleces como las que estáis leyendo, la música que tanto ayuda, la buena compañía de estos bandarras, las playas, las cabañas al lado de la playa, el taparrabos de bañador que me he comprado por 35 rupias (0,50 cts de euro), etc.
Cuando hace dos semanas nos fuímos a Darjeeling (maravilla de sitio entre Nepal, Bhutan y China en las estribaciones del Himalaya) echábamos de menos Calcuta y nuestro trabajo de voluntarios. Puede que el lugar físico de la felicidad no está en lo que las agencias de viajes dicen es el paraíso.

Aunque nos vamos poco tiempo me he despedido de mis entrañables residentes de Prem Dam que son capaces de entender que mañana no iré, me decían que quien los iba a afeitar, a ayudarlas a darles sus paseos, a bañarlos, etc. Obelit me ha hecho una bonita pulsera de hilo blanca y negra, 'disco dancer' me ha cantado y bailado en indio, Binoy me ha abrazado y se le han humedecido lo ojos......he ido a buscar a Rama a la "small room" (habitación de 7 camas donde están los más jodidos) y un worker (trabajadores contratados) me ha señalado el último cadáver amortajado. He abierto la sábana de la mortaja para verle y acariciarle la cara tan calavérica por última vez.

En Daya Dan no hay ningún niño con la cabeza bien como para entender que no iré al día siguiente.

Wish you were here

Las islas Andaman son un paraíso al que no ha llegado el turismo occidental de lujos y grandes hoteles, te alojas en chozas básicas junto al mar, cortan la luz frecuentemente, Internet funciona lento y mal, todo baratísimo, paseas por playas tropicales desérticas de arena blanca, agua cristalina y vegetación que llega al agua, alquilas una pequeña moto y en media hora recorres la pequeña isla de Havelock a la que tuvimos que llegar desde la isla principal después de dos horas y media de barco, hace calor, llueve mucho, la vegatación es exuberante, los pocos occidentales que hay son casi todos jóvenes israelíes, los nativos son muchos mas cariñosos que en Calcuta.......un sitio sensacional para perderse y olvidarse de muchas cosas, pero...
Echaba de menos Calcuta, cuando esta tarde ibamos en el taxi del aeropuerto al hotel estaba muy contento de volver estar en "mi ciudad" con que cada vez mas me gusta pese a la largísima lista de inconvenientes que ya he contado tiene. Me he alegrado mucho de volver a ver a los voluntarios, sus abrazos y saludos afectuosos, la cena que han organizado. Mañana estoy deseando volver Daya Dan para ver a mis alumnos ciegos Thomas y Francis, a las prácticas de batería con Enoy, de teclado con Bernad, el hablarle y tocar para que sienta a alguien a su lado Obinoy.....y Prem Dam con su "disco dancer"........

Ahora tengo el sensación de que las Andaman formará parte de está vivencia India con la choza de caña junto al mar, dormirme cerca del mar mirando el ventilador del techo y cubierto por una inmensa mosquitera, incluso la serpiente que una mañana me esperaba detrás del sucio espejito del baño a la altura de mis ojos, el pescado a la brasa de las cenas, algún que otro exceso etílico con Inés y compañía, las noches estrelladas, los ratos en la playa, la buena amistad con José, Javi, Yoli, Jorge, Omar, Rhiannon, Limor y Erez, el buceo en los arrecifes de coral con bancos de barracudas y la adrenalina de ser zona de tiburones y sobre todo ese pequeño mordisco que a veces te dan en el corazón el recuerdo de personas que se te metieron dentro y que tuve poco antes de dormirme la última noche cuando se me puso un nudo en la garganta al empezar a oír en la cabaña de los israelis de al lado la canción "Wish you were here" (Ojalá estuvieras aquí).

Lagrimones

Cuando un voluntario trabaja su último día en Mother's House todos los voluntarios y algunas "sisters" le cantamos una pegadiza canción de despedida con una letra en la que se le dan las gracias por su trabajo, se le dice que se le quiere y que se le echará de menos. A la mayoría le saltan las lágrimas cuando en ese momento se le rodea y los voluntarios con los que ha estado trabajando le cantan y aplauden, salen los intensos momentos que se viven con los enfermos y niños de los centros de trabajo y cercana relación que se tiene con los voluntarios que hemos venido a este agujero del mundo. Hasta los japos y coreanos que tan fríos que parace y que realmente no lo son, cogen unos sofocos de llanto impresionantes que muchos latinos quisieran.
Por la tarde/noche te ves con aquellos con los que han tenido una relación mas cercana y salen otros sentimientos y ocasionalmente se dicen y escriben cosas aún mas intensas , incluso siguiendo lo que tradicionalmente hacen los indios con sus hijos, se regalan pulseras o colgantes en los que hay una pequeña cápsula de plata y dentro de ella, sellado con cera, se escriben unas palabras para esa persona que nunca deberá abrir para leerla y que siempre deberá llevar encima.
Uno ya se ha convertido en una especie de veterano, en algo mas de un mes que llevo por aquí ya sólo hay dos españoles que estaban aquí cuando llegue a mediados de Octubre y de todos los voluntarios habrán unos 10 mas veteranos que un servidor. Todas las semanas vivo directamente unas cinco despedidas.
Ya escribiré por los que ahora están y me han llegado al corazón, estas palabras que sean para los que se han ido y ha saltado algún que otro lagrimon.
Alberto, Mónica, Marta, Lisa, Jordi, Justine, Emerit, Azahara, Mirella, Anabel, Roberto, Josefina la urugaya y Josefina la chilena, Andrés, Peter, Simona, Isabel, Julio, Vanesa, Silvia, Pera, Elvira, Luis, Ares, Joan, Steve y Thomas.

Rumsiki y Michel Jackson


Gracie es una joven y guapa voluntaria americana de Oregon y que hará un mes se encontró tirado en la calle medio muerto a Rumsiki, lo había atropellado primero un autobús que dejó con el tobillo derecho triturado y cojo para siempre y luego le pasó por encima un coche que le rompió y dejó inútil para siempre el codo y hombro derecho. Nadie le atendía, sabían que era uno de los parias de la calle, sin dinero ni familia, de los que todos los días mueren por desnutrición, atropellados o en peleas callejeras. El que pasara por allí alguien con los huevos que tiene Gracie como para cargarlo al brazo, parar un taxi, pelearse con el taxista que no quería que se le manchara el taxi de sangre, disputara el sobreprecio que quería cobrarle, lo llevara al hospital, luego a Prem Dam con las Hnas. de la Caridad, etc., en fin, le salvó el pellejo al chaval. Según quien quiera interpretar este caso ha tenido mucha suerte o Dios le ha ayudado o no se, ambas cosas.

Rumsiki es musulmán dice tener 20 años aunque no aparenta mas de 15 y había abandonado la cercana, miserable y rural Bangladesh para venir a Calcuta ya que con tanta gente que hay por aquí siempre podría arañar de aquí y allá algo de comida para ir tirando. Dormía y vivía en la calle y se las apañaba para sobrevivir.
A Rumsiki lo conozco desde que llego a Prem Dam, es tímido, huidizo y poco dado a las bromas del resto de internos y de voluntarios y tiende a aislarse. Me sonreía cuando me veía y le decía algo, no sabía su historia. Gracie me contaba que a raíz del accidente tiene, por llamarlo de alguna forma, un bloqueo emocional y esta medio en trance, se une a esto que habla un dialecto de Bangladesh y le es costoso hablar en Bengali o Indi, no tiene a nadie. Vamos, uno de los desheredados de la vida.

Esta mañana cuando en Prem Dam iba con mi kit de barbería afeitar y cortar el pelo de cejas y orejas (es increible el pelo que tienen en las orejas estos indios) a los presumidos de mi clientes, me venia a buscar Gracie para pedirme que le acompañara a llevar a Rumsiki a hacer unas pruebas a un clínica. No suele responder a instrucciones de mujeres por la educación machista que hay por aquí y una figura masculina le inspira, según Gracie, respeto por la falta de figura paterna y bueno, allá que nos hemos ido los tres.

Rumsiki primero desconfiaba de donde íbamos y he tenido que sacarlo medio a la fuerza para llevarlo a una clínica mas que cutre que para dar un toque mas sórdido tenía en la sala de espera una inmensa foto de Silveter Stallone de boxeador en una de las muchas entregas de Rocky. Rumsiki iba todo serio en el taxi sin querer responder a lo que Gracie le decía (ella habla un poco de Bengali), sólo hacia un poco de caso cuando se lo preguntaba yo en la traducción que me hacia, vamos hablábamos con un muro que devolvía miradas de desconfianza (y eso que ella le había salvado la vida) y gestos de miedo y con esa mirada que algunos nos decican que parecen decir "con lo de puta madre que se vive en tu país, que coño haces tu aquí?". Para dar mas ambiente a la experiencia al poco de empezar el electrocardiográma le dice algo el enfermero que no entendemos y de repente se quita los diodos (con lo que me había costado convencerlo para que se tumbara en la camilla y se pusiera lo roñosos diodos) e intenta salir corriendo. El enfermero le había querido gastar una broma y le había dicho que se prepara que le iban a amputar la pierna.

Hemos estado allí unas cinco horas, de sala en sala, lo hemos llevado a que comiera algo y seguía estando muy cerrado pero el caso es que cuando me miraba parecía que quería decirme algo y no sabía como. A última hora en la sala de espera, después de haber intentado de mil formas romper este bloqueo que tenímos con Rumsiki y ya dándolo por imposible, estaba hablando de música con Gracie y como un poco payaso soy me pongo en la cabeza esa braga gay que llevo en la mochila, las gafas de sol y empiezo a tararear "Thiller" de Michel Jackson y a mover la mano como los raperos americanos y ahí conseguimos llegar al alma de Rumsiki arrancándole una sonrisa impresionante.

Las fotos en el taxi de vuelta de Gracie, un servidor y Rumsiki con mi braga en la cabeza, mis gafas de sol puestas, una sonrisa de oreja a oreja e imitando a Michel Jackson no tienen desperdicio.

Engaños


El tiempo va pasando y uno hasta empieza a ver lejana España y sus costumbres, ya es mes y medio aquí. Te adaptas a esta vida como tus instintos te permiten y día a día ves como naturales muchas cosas que en nuestra cultura serían inauditas. Aún sigue costándome el aceptar que algunos intocables su arrodillen ante mi para tocar mis pies creyendo que soy de una casta superior por mi aspecto occidental o el montar en un rickshaw (carros de transporte de personas empujados por hombres) donde un hombre menudo, con un gran turbante en la cabeza y un minúsculo doti (esos taparrabos que llevan algunos indios) me arrastra descalzo por el asfalto. Me parece algo humillante, pero bueno, ¿de que sino viviría este hombre? Esta cultura es así, aquí hay millones de personas viviendo muchos siglos con la resignación de haber nacido en una casta baja y sin ningún afán por cambiar su situación y esto no puede cambiarse en un plis-plas. Ponemos minúsculos granos de arena para hacer un mundo mejor, mas igualitario, para dar un poco de alegría y cariño en pequeños momentos a estas personas y eso es todo.

Eso si, el creerse que eres la hostia porque vienes aquí a echar una mano es un error en que es demasiado fácil caer. Comiendo anteayer en uno de esos puesto de comida callejera que tanto me gustan y que en todas partes recomiendan que se debe nunca comer allí, una turista española nos decía lo valientes que éramos los que nos implicamos varios meses trabajando aquí. Me parece más valiente ese padre de familia que, con uno solo sueldo, varios hijos, hipoteca, letras de coche, mas de 40 años, etc. planta cara ante una injusticia de su jefe y esa actitud puede costarle su puesto de trabajo y como está el panorama por España con esto del trabajo...... Si hiciéremos un listado de valientes no somos tanto como parece la panda de piraos que andamos metidos en esta aventura.

Y no podemos confiarnos con la vida en India. Aquí deporte nacional es el cricket pero le sigue de cerca el engañar a occidentales (el tercero es el tocarle el culo a las occidentales en las habituales aglomeraciones). El sentirte veterano y creer que todo lo tienes controlado es un error. Ayer por la tarde fui con Inés de mis entretelas a visitar un templo hinduista dedicado a la diosa Kali y a nosotros dos, que tan listos y veteranos nos creíamos, un tipo que decía ser un sacerdote hindú y que nos abordo al entrar al templo, nos engaño para sacarnos unos cuantas rupias de una forma tonta e infantil. Aún estamos riéndonos de lo jilipollas que hemos sido.

No está bien empleados por listos. A ver si espabilamos

Música


Hay mañanas en las sin saber porque te levantas quemado y hastiado de muchas cosas, no se si será que Jupiter se alinea con Saturno, que me hace falta de nuevo aire fresco o que levantarse con este ánimo sirve para apreciar cuando una mañana es buena. Se que debo dar gracias de estar vivo y sano, que no me ha atropellado aún ningún taxi, etc. pero seguro que a muchos os pasan cosas similares. Te quemas.

El caso es que hoy en Prem Dam buscaba una forma de que la mañana no se me hiciera dura y sobre todo no transmitir ese mal estar a todos los que me rodean, aquí hemos venido a dar cosas positivas, nada de malos rollos. Como lo de no ir trabajar es lo último, he decidido ir y recurrir a la música que tanto me ayuda a estar bien y a que no se me hagan pesadas algunas cosas.

Así que después de lavar la ropa de los internos, en vez de abrir mi barbería (que ya he ampliado el negocio a cortado de uñas y de pelos de orejas y nariz) que tan bien me sirve para comunicarme con ellos y hacer algo positivo, por el día de hoy he transferido mis útiles de trabajo a americanos y japos (no hay españoles últimamente) y allá que he ido hacia la parte de jardín donde esta la peña con la música de mi móvil y auriculares puestos y menuda atracción. Al verme primero me hacían el gesto de que hoy les tocaba afeitado y yo les señala a los voluntarios afeitadores y luego por gestos me preguntaban que llevaba en mis oídos. Me acercaba a ellos, me quitaba un auricular y se lo ponía en su peluda y roñosa oreja y al poco tenía una cola igual que la que tenía cuando los afeitaba.

Algunos se quedaban como en trance escuchando música, otros arrancaban a bailar y había quien se ponía melancólico y hasta se le humedecían los ojos a algunos.
Hoy los Beatles, Mozart, Pink Floyd, Los Panchos, David Bowie, Sabina, Serrat, Queen, Miles Davis, Coldplay, Radiohead, Astrud Gilberto..... Han hecho un poco mas felices a esta panda de indios desheredados y a mi me han arreglado el día.

Estoy pesando en incorporar al servicio de barbería música a petición.

Hospitales públicos



Había que llevar a uno de los internos de Prem Dam al hospital para que con unas radiografías, análisis de sangre y un electrocardiograma, un médico estudiara la posibilidad de operar su maltrecha pierna e intentar que volviera a caminar sin cojear. Yo que iba hoy a mi trabajo matutino pensando en una selección de temas musicales para que, como decía ayer, deleitar a mi clientela de la barbería con una variopinta música y sobre todo a dos que están a punto de palmarla dejarlos afeitados, con los pelos de la nariz y orejas bien cortados y habiendo escuchado una selección de música que pacifica su espíritu y que va desde cantos gregorianos, a bossa nova y Billie Holiday para que cuando les llegue la reencarnación en la que tanto creen, les pille preparados, duchados, afeitados y bien pelados pese a que esto se lo hace un menda que les dice cosas en un idioma que no entienden, tiene la piel mas blanca que ellos, les pone en los oídos un aparato que algunos parece no haber visto nunca y escuchar música para ellos incompresible. (tenía que haber fotografiado la cara del mas protestón de todo Perm Dam cuando cambie de una dulce melodía de saxo de Stan Getz a los Sex Pistols).

Así que nada de jilipolleces con la música y esta vez con Aude, una encantadora voluntaria francesa de Burdeos, hemos cogido a este indio de nombre complicadísimo y rosto impasible que parece Buster Keaton en indio y que tampoco entenderá como dos occidentales se preocupan de que se le opere para que vuelva a andar y pueda tener mas posibilidades en su vida y lo hemos llevado a un hospital público donde he vivido una mañana espeluznante. Dios mío que horror de sitio. Empezando por los servicios mas guarros de toda India (que ya es decir) llenos de vendas ensangrentadas y lavabos atascados que rezumaban ya imagináis que, muchedumbres haciendo colas para ser atendidos, gritos, lloros, empujones, ambulancia descargando a gente agonizando, pasillos llenos de enfermos en camilla en el suelo con cadáveres al lado y ratas cruzando por delante de todos nosotros, un ruido infernal, una cantidad de suciedad difícil de describir, todo abandonado, sin higiene, decrépito, en fin....Después de cerca dos horas (dos horas de verdad) dando vueltas por el centro para encontrar donde estaba el médico que al teníamos que convencer para que operara de forma gratuita, este nos ha atendido en un cochambroso y estrecho cuarto con otro médico enfrente de él que atendía a un matrimonio que estaban hombro con conmigo y que la señora india sentada en su taburete tenía que enseñar a su médico y prácticamente a todos nosotros su impresionante herida que iba desde la rodilla a medio muslo. Creo que me costará quejarme en un futuro de la sanidad pública española......Bueno, operará a nuestro B.K. y dice que tiene muchas posibilidades de volver a andar sin cojera, será con anestesia general y tres noches de hospital, sólo hay que pagar los medicamentos de la operación que son unas 1200 rupias (algo más de 17 Euros).
Si me reencarno quiero ser médico en un hospital como este.

Al salir hemos a comprar medicamentos para paliar el azúcar alto que tenia nuestro Buster Keaton y Aude y yo nos reíamos de lo mal que nos ha sabido que en farmacia al lado del hospital hubiera un cartel que decía que ellos no regateaban en el precio de los medicamentos. Te metes en la vida india y te viene alguien con costumbres occidentales y te jode la mañana

Y esta noche con dos voluntarias Olga y Lucía a Varanasi y Nepal.

Bodhgaya y Varanasi


Bodhgaya es el pueblo donde Buda, debajo un árbol, consiguió la iluminación que según me han explicado es como tener una paz y felicidad de forma permanente, esa sensación que muy pocas veces, yo al menos, he tenido en la vida. Es un pueblo pequeño lleno de peregrinos budistas, casi todos asiáticos y con diferentes hábitos cada uno que hace de este sea un sitio de un colorido espectacular de monjes con la cabeza rapada que te sonríen claramente, miran con alegría y juntan sus manos e inclinan la cabeza al cruzarse contigo. Hay unos cuantos templos budistas pero el mas importante está junto a el árbol en que Buda se iluminó, este árbol es el undécimo esqueje de aquel árbol original y cuando te acercas al él hay como una extraña sensación de bienestar. Había notado algo similar en una pequeña iglesia en el Camino de Santiago y otra de Valencia y no se definir con exactitud esa sensación. Se podrá pensar que he bebido mucho o que la India y el voluntariado me están afectando pero no. Yo noto algo y aunque no me he planteado el abrir una consulta astrológica para leer el futuro si que esa energía positiva, buen rollo o lo que haya allí me movieron algo en el cuerpo.
Con esa sensación me senté junto al árbol con un grupo de monjes camboyanos y mientras a Olga y Lucía otros monjes les explicaban las maravillas que tiene el budismo por la que hay que ir paso a paso en la vida sin preocuparse por el futuro, a mi, que había pasado una fascinante noche en las literas compartidas de un tren indio junto a una manada de nativos de todos los colores, seguramente me dio algún rayo de iluminación de los que caen por el lugar y me dormí plácidamente junto al árbol de marras mientras a mi alrededor todo eran monjes de naranja y rojo que susurraban algo mientras movían las bolas de un rosario budista.
Conocía Varanasi con el nombre de Benares y era de las imágenes que mas conocía de la India, los crematorios sobre el Ganges, la gente bañándose en el río al que se baja por unas inmensas escalinatas. Es ciudad sagrada para los hindúes y muchos vienen a morir aquí. Aquí también hay algo particular que hace que guarde lo mejor y lo peor de la India. Los niños pidiendo y vendiendo junto a muchos leprosos, lectores de manos, paseos en barca, un tráfico infernal, mas vacas que en ningún lado y rodeado de santones, moribundos que esperan la muerte, lloros y cantos de familiares de los difuntos mientras socarran a su pariente o amigo, buscavidas, grupos practicando yoga, muchos mas turistas que en Calcuta y demasiados perros callejeros se siente que no se conoce la India se no se está en Varanasi. Te levantas a las 5 de la madrugada para pasear en barca por el Ganges y a la salida del sol hay una bruma muy especial que lo envuelve todo, las barcas parecen flotando en la bruma, el río apenas se mueve, sólo se ve con un color vivo las velas que los familiares de los difuntos lanzan para que floten por el río, solo oyes el golpe del remo en el agua y hay una magia especial en un amanecer así.
Luego paseas por los Gaths donde llevan a los difuntos envueltos en mortajas por las que se ve la cara, los mojan en el río, los familiares se rapan el pelo, no acuden las mujeres y en hogueras de 300 kilos de madera, poco a poco queman el cuerpo mientras un señor se encarga de recoger e ir metiendo en los trozos de piernas o cuerpo que se sale de la hoguera. Luego las cenizas al río. Todo un espectáculo como viven la muerte estos indios. A mi no me importaría que me quemaran así.

Eso si, te paras 10 minutos a ver una socarrada humana y en lo que debería ser un sobrecogedor y entrañable momento, se acercan a los occidentales que veían el espectáculo, dos vendedores de postales, niños vendiendo botes de pintura, uno que quería que comiéramos en su restaurante y para finalizar uno de los familiares rapados del que están quemando se acerca a nosotros a ver si vamos a comprar sarees de seda en su tienda. Es que son la hostia.

Lástima que terminó el festival de hoy.....


Habrá quien se acuerde de esa canción que cantaban cuando se acababan unos dibujos animados de hace algunos años (Laaassssstiiiiiiimmaaaaaaaa queeeeeee terrrrmiiiinooooooooo ellll festivaaaaalllll de hoyyyyyyy, prontooooo volveremossss con mas diveeersionnnn) ¿os acordáis algunos?. Esa canción me cantaba esta mañana camino de a Mother's house mientras amanecia. Llegó el momento de las despedidas y que poco me gustan, prefiero no hacer mucho ruido. Después de mas de dos meses desde que salí de casa llego el momento de dar por acabada la experiencia. Hoy me he despedido en Mother's house. Abrazos de voluntarios con alguna que otra lágrima, también de mis clientes de la barbería/discotéca, workers y sisters de Prem Dam, los niños de Daya Dan, en fin....esto de despedirse es una mierda. Volviendo hacía el hotel he tenido que sentarme en medio de la calle y llorar un rato que si no reventaba.

Mañana estaré por Calcuta haciendo el tonto, hace un momento le escribía a una amiga diciéndole que he estado hasta demasiado acompañado, así que seguramente me vaya a un parque me tumbe en el césped a escuchar música, leer y quizás escribir un poco, darle unas cuantas vueltas a la cabeza, tocarme los huevos.....en fin, saborear el último día en esta ciudad que se te mete en la piel con todo lo bueno y malo que tiene. Por la noche una pequeña celebración, el martes a Londres y el miércoles a Valencia.

Escuchaba una canción de Lluis Llach, creo basada en un famoso poema, que dice algo así como que lo importante no es llegar a una meta sino disfrutar en el camino hacia ella, que incluso es mejor no llegar o siempre estar buscando (Viatge a Itaca). Y ahora a ver que será lo siguiente. Me han escrito un correo para que vaya de voluntario a Etiopía después de Navidad, ¿atrayente no? ¿alguien será tan valiente como para leerse otro blog de las jilipolleces que digo? Al sitio donde me ofrecen ir no hay luz así que nada de blog con historias conmovedoras y neuras varias.

Y lo mejor de estas vivencias son la gente que conoces, la actitud y el corazón de quienes vienen a sitios como este es muy especial y solo por conocerlo y vivirlo vale la pena venir. El olvidarse de uno y entregarse a ayudar a los demás es toda una terapia emocional por la que se recibe mucho mas de lo que se da y, creerme, es mano de santo.

Y colorin colorado......




Este cuento se ha acabado, algo más de dos meses de voluntariado en Calcuta y ya ando buscando otros proyectos. Uno ya ha llegado a Valencia y se ha reencontrado con el jamón, la paella, el pulpo y el vino tinto lo que dicho sin ánimo de ofender es como algo sagrado. Son esas pequeñas cosas que parecen sin importancia cuando las tenemos aquí pero que allí, junto a algunas que otras personas, se echan de menos. Aún cuando cruzo la calle miro hacia el lado derecho en vez del izquierdo, digo "I´m sorry" en vez de "perdón" y en el bar "Can I have the bill, please" y no "La cuenta por favor", voy al baño con mis pañuelos de papel pensando que en los baños indios te limpias con agua y con al mano izquierda (mejor no tocar la mano izquierda de los indios) y me extraño de no ver tanta gente, que está no duerma por la calle y que las calles sean tan silenciosas. A todo te acostumbras pero aún estoy como algo desubicado y total he estado fuera algo mas de dos meses.

Lo peor es lo que echo de menos a los pacientes de Prem Dam y Daya Dan que en todo este tiempo he cuidado, lavado, acompañado, alimentado y escuchado y a los voluntarios, se te mete en el alma toda esta gente y me gustaría el poder teletransportarme y estar allí con ellos dos meses más. Y también el tiempo de relax que viviamos al acabar el trabajo por Sudder Street, las cervezas en la terraza del hotel Lindsay con su vista a Kolkata, la "taberna vasca", el tirupati, el jojos, el resturante Sij, la estación de Howrah, los slums, el Hotel Galaxy, el mercado de las flores.....
Cuanto mas lo pienso mas me alegro de haber vivido esta experiencia y creo que mucha gente debería ir a vivir experiencias como estas o similares. Hay un antes y un después.

He empezado a volver a ver a amigos, a los que habéis leído las jilipolleces de este blog, me ha habéis enviado mensajes de cariño y apoyo y habéis hecho que no me sienta lejos y solo y de verdad que os lo agradezco, me ha ayudado mucho el leer vuestros correos y mensajes.

Y ahora a ver hacia donde vamos. Que ganas de subir más "montañas" no me faltan.

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