Aquí estamos


Con cerca de 45 años, una situación laboral que no es para tirar cohetes, arrastrando un lastre que no me es fácil explicar por las relaciones con mi hija y en que raro es el día que esto no me estruja un poco el alma, servidor decide irse en plan mochilero a la congregación que creo la Madre Teresa en Calcuta para estar unos dos meses ayudando y repartiendo un poco de cariño a unos desconocidos que, no se si será verdad, son los mas pobres entre los pobres.

No se porque tendré que irme tan lejos cuando por mi entorno o en mi mismo podría hacer mucho voluntariado, y ante esa pregunta te repites lo que ya sabes de sobra y compartes: que si todos debemos intentar poner semillas para hacer un mundo mejor, que si debemos ayudar materialmente y sobre todo poniendo cariño donde no lo hay o hay poco, que si esto de dar algo desinteresadamente al prójimo se convierte en una droga que, cuando mas das, mas recibes, que si te mueve la Fe religiosa, que también tengo, etc. pero.............. ¿hace falta irse tan lejos? Cuando vas a que te vacunen al departamento de Sanidad exterior y te cuentan la de enfermedades que puedes coger, o lees o te cuentan lo malas y complicadas que son casi todas las cosas allí, lo de algún voluntario muerto, mi poco inglés en un lugar que poca gente lo habla....en fin....se te quitan las ganas. Pero bueno, tengo que ir. Algo de entrenamiento ya tengo haciendo cosas por Valencia y cerca de dos meses en un colegio y orfanato a las afueras de Lima, aunque Perú es mas light que India. Si, si, pero ¿porqué allí?, pues no lo se, es como cuando se les pregunta a los montañeros porque se juegan medio bigote en hacer cima para, total, una vez arriba, sentir una emoción indescriptible (que me lo pregunte a mi en al cima del Aneto) hacerse unas fotos rápidas, mear y empezar a jugarse el otro medio bigote (o más) descendiendo y ninguno sabe responder con certeza. Hay que ir, porque si, ese es el porque.

Empezó hablándome de este sitio una hospitalera voluntaria del Camino de Santiago estando yo también de hospitalero voluntario, le ponía una emoción cuando describía su experiencia Calcutera que desde entonces se ha ido alineando Jupiter con Saturno para que tenga que ir yo también. Y si no voy reviento.

Así que nada, me pedían que creara un blog con lo que me iba pasando y aunque escribo de forma regular lo suelo hacer en papel, no se si encontrare cybers en donde hacerlo, si vendrán las ganas de escribir por aquí para daros la brasa con todas mis neuras......en fin.....el blog ya esta creado.......intentaré escribir.

Mañana Lunes por la noche a Londres (llego allí a casi las 23:00, que así el vuelo era mas barato y Londres tiene mucha oferta de vuelos a la India), aprovecho para hacer turismo y estaré tres días en allí, me veré con Pilar Micó, antigua compañera de trabajo que lleva mas de 10 años viviendo en Londres, el viernes 16 vuelo a Dubai, noche allí (Te contratas el vuelo por Internet y con unas cuantas carambolas te ahorras una pasta) y el sábado en Calcuta.

Nos vemos.

London

Aprovechando que era mas barato ir a Calculta vía Londres, ha sido una buena idea el estar en Londres haciendo algo de turismo antes de coger el vuelo a Calcuta. Cosmopolita, abierta, llena de españoles, tolerante, divertida. Tal vez sea un buen sitio para vivir. Comida con Pilar y su amiga Bina, británica de origen indio y un encanto de chica, da una visión muy interesante de India con sugerencias para que visite diferentes centros religiosos hinduistas (su religion), budistas, musulmanes y cristianos, incluso una referencia para que si quiero vaya a colaborar con su hermana en Kuman, al norte de la India, que ha creado allí un colegio para niños necesitados. Al final dos meses en India no van a ser suficientes para todo lo que quiero hacer y lo que va surgiendo.

Mañana otro buen pateo por la ciudad (hoy habré andado los casi 25 km de una etapa de Camino de Santiago por Londres) y por la noche cervezas con John, amigo australiano de Pilar, trotamundos que vive en Thailandia y que ha recorrido mucho mundo con la mochila a la espalda y que seguro sera una placer conocerlo y hablar con él.

De lo que tengo ganas es de llegar a Calculta

Abbey Road

El paso de cebra que cruzaron The Beatles para la portada del LP "Abbey Road" (que está en Abbey Road claro), la calle Heddon portada del "Ziggy Stardust" de Bowie, la central eléctrica de Battersea portada del "Animals" de Pink Floyd, ese ha sido una parte del recorrido turistico por Londres, también la quietud de alguna pequeña iglesia anglicana, el tibio sol tumbado en el cesped de Hyde Park, el pateo por barrios populares, los músico callejeros y del metro, las cervezas por los pubs de Covent Garden y el Soho, la tarde/noche de ayer con Pilar y John (es inglés no australiano) en un recorrido por pubs en Kensington probando variedades de cervezas inglesas, hablando de India, de Londres.......he tenido suerte en contactar con Pilar, fue una muy buena noche.

Los museos, paseos en barca por el Támesis, torre de Londres, etc. lo dejamos para otra ocasión. I'll be back.

Mañana vuelo y noche en Dubai. Me da que Dubai no es como Londres.

En Calcuta





Ya he llegado y menuda pasada.
Ayer dormí en Dubai y como esta mañana a las 8:00 habían ya 32 grados y no era plan en ponerse a patear, con un taxista he dado una vuelta por la ciudad. Fría, impersonal y sin alma, los edificios son impresionantes, se nota que hay mucho dinero y vive en la cultura de lujo y la ostentación, si me pierdo aquí que no me busquen (si alguien quiere buscarme).
La llegada a Perú fue de risa comparada Calcuta, pensaba que aquello fue fuerte y es de risa comparado con esto, muchísima gente, te empujan, te abordan cuando ven el aspecto europeo para ofrecerte de todo, ya en el avión en el que sólo íbamos 3 de aspecto no Indio, el que iba sentado a mi lado me ofrecía prostitutas por si tenia algún apretón y necesitaba desahogarme, y en el aeropuerto, los taxistas, los vendedores de galletas, los soldados armados que te piden el pasaporte, los que se acercan a preguntarte que haces aquí, los que cuando te ven en el taxi te ofrecen cosas o te dicen algo, como se contiene la respiración con el trafico rápido, caótico e infernal camino del hotel, mucha gente durmiendo en la calle, lavándose en la calle, cocinando y comiendo en la calle, son fiestas y esto parece fallas con tanto petardo y traca, tiene un olor particular la ciudad,.........en fin, estoy contento por estar aquí aunque también un poco desubicado y alucinado por el impacto.
A ver si me acuesto, descanso bien y mañana voy a la casa de la Madre Teresa y empiezo a situarme que sino lo hago me iré corriendo de vuelta a casa.
Madre mía.

Daya Dan y Prem Dam


Pese al calor, la humedad, el tráfico infernal, los pitos de los vehículos, el continuo ruido, la continuas muchedumbres sea la hora que sea, la mucha gente que vive en la calle y allí duerme, come, caga, se lava y se muere, que todas la calles sean unos inmensos vertederos de basura, el ver gente muerta por la calle, el que abandonen niños en la estación de tren, el que intenten engañar a quien no tiene aspecto Indio, la precariedad de casi todo, el que se te muera gente delante de ti, los voluntarios enfermos graves con malaria y dengue..........

Pese a todo y más cosas que ahora se me olvidan este sitio se te mete en el alma. De estas experiencias que no te dejan indiferente y siempre se recuerdan.

Hace que valga la pena los niños disminuidos que me han tocado en Daya Dan y los enfermos crónicos de Prem Dam. El como te transmiten su cariño los niños que sentados en unas sillas con enfermedades mentales graves, sin poderse mover te sonríen cuando les tocas, el rato de la cena con ellos, los juegos, sus peleas, el como te abrazan, la mirada del anciano que desde la cama te levanta la mano para vayas, coge mi mano cuando llego y empieza a hablarte en bengalí, sabe que se esta muriendo y solo quiere alguien que le escuche, el como te saludan cuando llegas por la mañana los que aún son capaces de acordarse que estuve allí el día anterior, el como hacen cola para que les afeite, el como les gusta que estés sentado a su lado.........

Y también el ambiente y el espíritu que hay entre los voluntarios, el trato de las hermanas, su misa tan especial, el te, los plátanos, las comidas con los voluntarios en la puerta del hotel María, el que vende flautas por la calle, el descanso de las mañanas en el Julian's Square, el amanecer caminando por las chabolas camino del Prem Dan............

Como un puñetazo en el estomago

Pocos voluntarios quieren ir a Daya Dan, sólo Justine, una joven francesa, y yo nos animamos. Es duro ver a esos niños, la mayor parte de ellos abandonados por las deficiencias físicas que algunos de ellos tienen y por las psíquicas que todos tienen, ciegos, autistas, enfermedades degenerativas, etc. vamos, de estos que con 19 años estan sentados en una silla hechos una pelota, sin saber hablar y que sólo responden con una sonrisa cuando se les acarcia.


Y allá que nos fuimos la francesa y yo, había que cruzar toda Calcuta, cogimos el metro (en Calcuta metro hay pero recogida de basura o potabilización del agua no) y a base de mucho preguntar por los arrabales y después de dos horas de buscar, en una callejuela estrecha y oscura estaba Daya Dan. Es impactante la entrada.


La planta baja es la de los chicos, habrán unos 25, tirados por el suelo, sucios, sin que les hagan mucho caso, meados y en algunos casos cagados y cada uno en su particular mundo. Quizás los mas importante para ellos sea el notar que alguien esta con ellos, les acaricia, habla, acompaña, juega con ellos y creo que mas que las cosas materiales la sensación de compañía es lo que mas les puede ayudar.


Al llegar la hermana de la congregación nos asigna varios niños a cada uno, debería haber uno por voluntario pero a falta de voluntarios. Me asignan a Thomas y Francis, ciegos de nacimiento los dos y que fueron abandonados en la estación de tren (es el sitio preferido por los calcuteños para abandonar niños), no saben hablar y sólo entienden un poco de inglés y bengalí y como casi no saben caminar mi trabajo es cogerlos de la mano y llevarlos hasta la azotea y bajarlos, cogidos de mi mano y así apredan a caminar acompañados de alguien. Todo un ejercicio de paciencia.


También a Rohidh, autista, que uno de sus ejercicios es tocar la bateria y ahí esta este menda haciendole seguir el ritmo de 1,2,3, 1,2,3 y que de vez en cuando, él, muy jugeton, hace unos redobles en la bateria y además muy bien hecho, tiene un sentido musical impresionante.


Y Prince con una enfermedad degenerativa muscular y para que los dedos de la mano no pierdan flexibilidad le hago que toque en el teclado diferentes notas para que vaya soltándolos.


Y los últimos Obijet, Rama y Sumen, estan en la sillas y en la cama y sólo saben sonreir cuando les hablas y notan compañía a su lado.


Toda una experiencia. En el camino de vuelta con Justine y Skaylar, un americano de Colorado que vino mas tarde, volviamos en silencio por el suburbio musulman cercano a Daya Dan y Skaylar comento "this is like a punch in the stomach".


El último ingreso en Prem Dam



Una pareja de norteamericanos jóvenes, que parecen del Hare Krishna, se dedican a recorrer las estaciones de tren y vertederos de Calcuta para traer a la congregación de la Madre Teresa los moribundos, niños abandonados y aquellos que no pueden valerse solos. Toda una labor la suya.

A Prem Dan traen los adultos y hay un protocolo para los nuevos ingresos. Los meten en el callejón que hay al lado de la nave del dormitorio, los desnudan, con una manguera los enjabonan y aclaran, les rapan las cabeza al cero y los afeitan, curan las heridas y se los llevan a la nave donde están el resto de internos para darles de comida. Por esta vez salvan el pellejo o quizás tendrán una muerte mas digna.

Este último era especialmente moreno y especialmente delgado, casi ciego y bastante mayor, si en nuestro acomodado mundo ya apartamos a los viejos como inútiles aquí para que contar. Me acerque a verlo después de dejarlo en la cama y al oír mi voz me reconoció como a uno que estaba en el callejón de "bienvenida" con él, sonrió y extendió la mano para que se la cogiera. Del inglés sólo sabía recitar la lista de países de Asía, sólo hablaba bengalí que no es precisamente mi fuerte. Me cogió fuerte la mano y empezó a hablar, le temblaba la voz, la mano y ocasionalmente las piernas, gesticulaba con su otra mano, se la levaba al corazón, lloraba, se callaba, hacia gestos agresivos, pacificadores, no quería que le soltara la mano. Necesitaba compañía a su lado y que le escucharan.

A esto he venido yo aquí.

Esta noche nos vamos varios voluntarios dos días a Darleejing, cerca de la frontera nepalí a que nos de un poco aire fresco.

Cuando vuelva seguramente habrá muerto.

Volunteers

Calcuta tiene muy poco interés turístico que atraiga extranjeros y entre alrededor de dicen 14 millones de habitantes encontrase personas de aspecto occidental no es nada habitual, unas pocas se alojan en los hoteles de mejor nivel de la ciudad y alrededor de 150 estamos en una zona de hoteles baratos alrededor de la calle Sudder Street, cerca de la casa central de la Madre Teresa (MT). En estos 150 hay una fauna de lo mas variopinta, desde aventureros que van con la mochila a la espalda recorriendo mundo, colgados de la época hippie, gente que no sabe donde ir, otros que viven al calor de la compañía de los voluntarios pero no tienen nada que hacer, habrán unos 50 voluntarios en MT, la mayoría americanos, coreanos, japos, españoles y franceses y muchos de ellos no han cumplido aún los 30 años, universitarios recién licenciados con muchas inquietudes y ganas de ver mundo.

El ambiente entre los voluntarios es de lo mejor de esta experiencia, todos sin excepciones son bien acogidos, compartimos desayunos, almuerzos y cenas, enfermedades, miedos, habitaciones, riksaws, taxis, viajes por India, aprendizaje de idiomas, experiencias, muertes, ayuda a niños discapacitados, atención a moribundos, trabajo en MT.......

Cuando los vas conociendo a los voluntarios te vas preguntado que coño hace este/á en este agujero y vas viendo historias de los mas interesantes
Algunos de ellos llevan alrededor de un año dando la vuelta al mundo como mochileros, Josefina la uruguaya que ha estado por Nueva Zelanda haciendo trekking y recorriendo el país en furgoneta, paso luego por Australia, Singapur, Thailandia, Laos y ahora de voluntaria por aquí. Nick, el ruso que vive en Alemania y que se ha comprado un libro de aprendizaje de castellano y le doy clase, Lisa, la americana de Seattle que nos da clases de inglés, Jusitine, la francesa que también fue a N. Zelanda a hacer trekking y al quedarse sin dinero trabajo en una fábrica de enlatado de atún para poder venir a Calcuta.....


Otros vienen (venimos) por unos dos meses a vivir esta experiencia, mezclarla con un poco de turismo y aventura y con la seguridad de que una marca dejará en nosotros después de ya haber tenido alguna que otra experiencia de voluntariado. Hay quien ya ha venido 5 o 6 veces y sus vacaciones y dinero son para trabajar en MT y hasta habla bengalí. Hay quien es muy religioso y hay quien mientras ayudando a moribundos no hace mas que despotricar contra Dios y la iglesia católica. Hay quien ha vivido duras historias personales y esta vivencia es como una huída.........
Y con todos te sientes bien Julio, Juan, Mónica, Alberto, Roberto, José, Inés, Jordi, Violeta, Elvira, Carmen, Montse, Fina, Andrés, Olga, Isabel,.....................................
Todo los voluntarios si tienen algo en común, una inquietud especial, un algo en la mirada que no sabría explicar con palabras y casi ninguno sabemos explicar con claridad porque estamos aquí. Hay que estar.

Camino de Mother's House


Cuando alrededor de las 5:30 empieza a amanecer, Calcuta ya hierve de gente yendo arriba y abajo. Todos los días a estas horas, desde los hoteles de Sudder Street hasta Mother's House vamos caminando casi todos los voluntarios para desayunar juntos en la casa central de la Madre Teresa. Pese a que vamos siempre por el mismo sitio es este un camino que no tiene nada de monótono.
Ver el sol despuntar por el minarete del suburbio musulmán, oír la llamada del almuecín a la oración (supongo que llamará a la oración), las vacas y cabras recostadas en medio de la calle, el intenso olor de la ciudad, las bocinas de los coches y motos, los cascabeles de los rickshaw que los hacen sonar cuando pasamos por consiguen un cliente, las familias enteras durmiendo en la calle, las mujeres con burka, los comerciantes de verduras que te sonríen, los niños que te llaman uncle y piden dinero, los taxistas lavando sus coches, los malolientes urinarios públicos, la adrenalina que significa el cruzar la calle sin semáforos, ver a los hombres agrupados junto a una fuente de unos 40 cm. de alto y sólo con un pequeño taparrabos, enjabonarse concienzudamente hasta el último rincón de su cuerpo, los insalubres puesto de venta de carne, los millares de cuervos, las paredes enmohecidas de casi todos los edificios, la alegría de los voluntarios, los mendigos abonados a un mismo rincón que siempre estiran la mano al verte, la cara de lujuria de algunos indios al paso de las voluntarias, los vendedores de periódicos, los barrenderos, los niños acarreando carbón para los puestos callejeros de comida, los siempre presentes moribundos, el desdén de los policías al vernos pasar, el sonriente vendedor de flautas, los limpiadores de pescado, la sonrisa de algunas sisters cuando llegamos............

Ya en Mother's House en el desayuno diario de té con leche, plátanos y pan los voluntarios nos contamos como nos va en nuestros destinos, como paseamos nuestras sensacionales diarreas por los habitualmente nauseabundos aseos indios, cuando nos vamos, como nos sentimos, que viajes turísticos hacemos, como echamos de menos a algunas personas, como nos alegramos de haber venido hasta aquí...............

Nada rutinario aunque pueda parecer otra cosa.

Van y vienen


En las casi tres semanas que llevo aquí casi no queda casi ninguno de los voluntarios que habían cuando llegue. Noviembre ha hecho que mucha gente se vaya de vuelta a casa o de viaje por India y ahora seremos unos 30 voluntarios. Esto no hace que nada importante cambie, mas trabajo entre los que quedamos, algo menos de tiempo para los pacientes y menos aglomeración de voluntarios.

Ya contaba que los voluntarios pasamos el día juntos, los días son intensos con alguna que otra situación difícil y conectas con facilidad con algunas personas, se crean amistades y las consiguientes despedidas son tan entrañables que hacen aún mas especial esta vivencia. La carta que me escribió Josefina, el abrazo de Justine cuando vino a buscarme para despedirse, los ojos húmedos de Nick, las palabras de cariño de la otra Josefina (la chilena) y la sincera invitación a Chile de su marido Andrés, la comida de despedida con Alberto y Mónica, la promesa de oración por mi de Steve.......lo contento que estoy de todo esto y aún me queda aquí mes y medio.